Igual que sucediera hace dos veranos, las noticias que llegan sobre el Requexón, y sobre las intencionas de quien los gestionan, son realmente preocupantes.Este consejo, poco a poco, y disimuladamente, se ha ido desprendiendo de todo aquel que fuese oviedista y colaborase en que la cantera siguiera en pie en los peores momentos. A los Amieva, Monchu, Santi y Kiko Arias, Sánchez, Vallina y alguno más, se suma ahora Cañedo, que ha llevado a nuestros juveniles a las cotas más altas.
Mientras los oviedistas salen por la puerta de atrás “porque no guardan el pérfil”, al Requexón aterrizan uno detrás de otro todos aquellos que nos traicionaron, que apostaron por nuestra defunción, que burlaron a nuestra Institución, y hasta se mofaron de nuestros equipos en aquel verano funesto del 2003. Estos sí guardan el perfil para los actuales consejeros, quizás, sobre todo, porque su perfil es el mismo que el de ellos, engendristas. El Requexón parece la resurección del ACF.
De poco sirve que echen pintura a las paredes, que intenten cuidar más las instalaciones, si en ellas se van a fabricar futbolistas oportunistas y mercenarios, donde los representantes pululen a sus anchas. Jose Manuel, que aquel verano corrió raudo al engendro y se intentó llevar a todos jugadores que pudo de nuestra cantera, es el mismo que lleva las riendas ahora.
Lo que me preocupa es que contra Galán toda la afición se rebeló, pero contra Jose Manuel casi nadie levanta la voz. Y a mi que me dan más asco aquellos que presumían de oviedismo y nos dieron la puñalada, que los que aldeanos resentidos…
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