martes, 23 de febrero de 2010

Para mi "presi".

Ahora que toca viento a favor, ahora, que muchos regresan al campo con su bufanda nueva intentando camuflar los años en lo que nos abandonaron, ahora, que nuestros dirigentes intentan vender humo y darse golpes en el pecho presumiendo de éxitos momentáneos deportivos, como si hubiesen ellos hecho el milagro...ahora me siento con el deber de recordar y homenajear a mi manera a un hombre al que he tenido el honor y el orgullo de conocer detrás de aquel cargo de presidente, cargo que fué el único que tuvo el atrevemiento y valentía de aceptar...cuando todos escaparon o se lavaron las manos.

La primera vez que estuve cerca de él físicamente fué el maldito día en La Morgal cuando un puñado de irreductibles oviedistas entregaron a los mercenarios una carta en la que se les pedía un último esfuerzo en las negociaciones, esfuerzo en balde porque la mayoría ya habian decidido mandarnos al pozo con sus denuncias. Aquella mañana me crucé con el presi, no intercambiamos miradas, porque él mantenía la suya en el suelo, con cara desencajada y gesto de desesperación. Era la estampa de un presidente hundido, de un hombre que veía venir la debacle y no podía pararla. En aquel instante, en aquel gesto..comprendí que todo se había acabado, pero aquel hombre que hasta ese momento era simplemente un presidente...se había hecho inmenso de repente ante mi porque percibí, sentí, y palpé todo el amor que le tenía a nuestro club. No era un presidente más, que se encaminaba a cumplir un trámite, era un oviedista más que tenía su corazón roto porque sabía que ya no había solución.

Desde aquel día cada vez que le tuve cerca me sentía con la obligación de tenderle la mano, de darle un beso de aprecio, le daba las gracias por haberlo intentado, quería que sintiera mi apoyo y mi agradecimiento, apoyo y agradecimiento que, al igual que yo, sintió de un número enorme de oviedistas que supieron captar su entrega y amor por el REAL OVIEDO.

Manolo, tuvo la mala suerte de cargar con las herencias de los verdaderos culpables de nuestra ruina deportiva y económica, y tuvo la desgracia también de coincidir con la mayor hornada de mercenarios del fútbol español, mercenarios que jugaron con los sentimientos y el corazón de todos nosotros, que fingieron negociar cuando tenían el contrato de su próximo equipo en la mesita de noche, que no dudaron en traicionar al club en el que habían crecido y habían sido todo como futbolistas. Alguno llegó incluso con el pasaporte de un muerto, de la mano de su apestoso representante de apellido amargo, y a pesar de haber dejado la imagen del club por los suelos el Real Oviedo le puso a jugar en una categoría que le quedaba grande, enorme...y aún así no dudo en denunciarnos. Por suerte...el tiempo a la inmesa mayoría les ha puesto en el sitio donde se merecen, yendo a recalar a equipos mediocres y pasando al olvido como futbolistas.

Ese que algunos llaman despectivamente "testaferro", ese al que algunos acusan de haberse lucrado a costa del club (jajaja, tengo que reirme para no llorar), carga con un embargo monumental de todos sus bienes, junto con otros ex-consejeros de su etapa que lucharon por nuestra supervivencia. Aquellos mercenarios le denunciaron por no haber llevado al club a la quiebra, evitando con ello que cobraran hasta el último centavo. Qué injusta y asquerosa es a veces la vida, que permite que otros que nos hundieron y nos dejaron en la ruina campen a sus anchas, y Manolo haya sido declarado culpable por un juez de... SALVAR AL REAL OVIEDO.

Demostrando una vez más su calaña, y la falta de memoria (normal en quienes no estuvieron aquí en los peores momentos), el actual consejo de administración ha obviado el tema, y le ha importado un carajo la delicada situación personal de un hombre que ha cargado con los problemas del Real Oviedo haciéndolos suyos, ni un gesto, ni un sólo intento de aliviar su problema, nada.

Hablando de testaferros...me viene ahora a la memoria el aserto final a modo de epílogo que Manolo escribió para el libro de "EL ESPÍRITU DEL 2003":
"Jamás fuí testaferro de nadie, salvo que, siendo testaferro quien presta su nombre en un contrato, pretensión o negocio que en realidad es de otra persona, me quieran considerar testaferro de los 12.754 abonados que tuvieron como pretensión no ver desaparecer a nuestro Real Oviedo. Por ellos y por todos cuantos se sumaron de un modo u otro a esa idea, puse mi nombre, mi tiempo y mi esfuerzo. Por ellos, por mi y por el Real Oviedo de todos."

Amigo, lo que te dije el día del ascenso en la plaza del Ayuntamiento, cuando te "secuestré" cinco segundos mientras eras aclamado por cientos de oviedistas...te lo digo hoy, con la misma admiración, el mismo cariño y todavía mayor agradecimiento: SIEMPRE SERÁS MI PRESI, pase lo que pase, y cuando estemos en primera...porque VOLVEREMOS presi, me acordaré de ti y en silencio te daré las GRACIAS, y en alto...recordaré tu nombre.

9 comentarios:

  1. Estos días que por razones varias, tenia tiempo para pensar, se me acerco un amigo y me dijo, oye llevas 3 días callado y yo solo me fijaba en una cosa que es fascinante el silencio, mientras el mundo calla, hay que estar muy atento a la sabiduría. Los orgullosos pocas veces son o somos agradecidos y hay una máxima que tendríamos que tener presente todos y cada uno de aquellos que en el 2003 vimos a Manolo al frente de un barco sin motor, sin velas, sin provisiones, sin remeros, sin dirección, solo había un soplo de miles de ilusiones para mover aquel barco y un timonel llamado Manolo. Por eso por que el agradecimiento dicen que es la memoria del corazón, yo mi cachito de corazón se lo lleva este gran hombre, al que el tiempo le rendirá su debido homenaje y al que todos los oviedistas de corazón le debemos algo mas que no solo mantener vivo nuestro sentimiento.

    Gracias Presi y gracias soyazul por recordarnos a este buen hombre.

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  2. Oiga usted, el silencio es fascinante, pero más fascinantes y bellas son sus palabras. Me has puesto los pelos de punta. Cómo complace el saber que aún quedan oviedistas agradecidos.

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  3. Nunca podremos agradecer con palabras lo hecho por esta persona. Cuando nadie queria, cuando todos huían, cuando no había salida, estaba él. Con sinceridad, con dureza, con oviedismo y con su corazón encogido.
    La afición del Real Oviedo te estará eternamente agradecida.

    Gracias Manolo.

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  4. Le podrán recordar más o menos gente, pero todos aquellos que sabemos (algunos más, otros como yo menos) todo lo que hizo por mantener a flote al Real Oviedo cuando parecía estar hundido nunca dejaremos de agradecerle su trabajo para con nuestro equipo.
    Gracias Manolo.

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  5. Recuerdo cómo salía entre aplausos del campo del Ávila tras el 1-2 de la primera eliminatoria en 2004. Entonces empecé a cantar lo de "que bote el presidente", todos lo manteamos y él me miró con cara de "te mato chaval". Al año siguiente el Berrón visitó el Tartiere y yo la primera fila de palco, cuando me vió allí me dijo "¿y tú qué haces aquí?" :D

    Poco importa cómo llegase a la presidencia. El caso es que fue el único presidente desde que tengo uso de razón al que vimos como NUESTRO, que luchó codo con codo a nuestro lado por nuestra supervivencia. Un presidente cercano, un oviedista como cualquiera de nosotros. Es esa simpleza lo que le hace tan grande.

    Muchas gracias Manolo. Nunca podremos pagarte lo que hiciste por nosotros y nuestro Club.

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  6. Elstak, bulko, Nacho, gracias también por vuestros comentarios.
    Bonita tu anécdota Nachete.

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  7. grande manolo y lo que ha tenido que aguantar uno de sus hijos.. jaja


    volveremos.

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  8. Me imagino isra lo que habrá tenido que aguantar su familia, sin duda les estará afectando a todos la situación y todo lo vivido...que ha sido muy duro.
    Y aunque no podamos hacer más...espero que sientan nuestro agradecimiento y nuestro apoyo moral.

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  9. Para quienes la terca realidad nos obliga a asumir que la justicia poética quizás no sea de este mundo por su ausencia o, en el mejor de los casos, no verla materializada como quisiéramos, el recurso que nos queda es apelar a lo inmaterial. En éso podemos sacar pecho y mostrar abiertamente un orgullo seguramente incomprensible para otros.
    Ese orgullo que tenemos quienes no tuvimos si quiera la menor tentación de cometer esos "errores de buena fe" en los que otros pretenden refugiarse ahora, que nos permite mirarnos a la cara satisfechos por haber defendido una causa que se presentaba tan idealista como justa, y haber salido victoriosos es, por desgracia, nuestro único consuelo.
    Y es que si nuestro Real Oviedo nació en 1926, renació en 2003 en unas condiciones tan increiblemente traumáticas para quien no las haya vivido que nunca se le hará justicia a quien estuvo al frente para hacerlo posible.
    Como uno de esos 12.754 declaro sentirme orgulloso de haber tenido como "testaferro" a Manuel Lafuente, también mi "presi" para siempre y reitero lo único que, lamentablemente, puedo hacer: darle las GRACIAS.

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ASOCIACIÓN DE VETERANOS. NI UN SEGUNDO MÁS EN EL REAL OVIEDO.

Para los despistados de última hora, y también para refrescar la memoria de esos que han olvidado con suma facilidad, voy a resumir con l...