viernes, 27 de febrero de 2015

EL RESPETO POR LOS SÍMBOLOS




Corren tiempos de victorias, por fortuna, aunque el objetivo todavía no se haya cumplido parece que vamos por buen camino, pero no entiendo porque por pensar en lo deportivo se tiende a olvidar a todos aquellos que han ayudado con su entrega incondicional a que hayamos llegado hasta aquí mirando al futuro con ilusiòn y esperanza. Con el paso de los años he visto como se ha pasado de la admiración a Diego Cervero o a Manuel Lafuente a nombrarles y que algunos te digan con desprecio que “eso es historia” o peor aún, te espeten con soberbia y sin ponerse colorados que “estás tercerizada”. Nunca comprendí porque estar orgullosa de haber sido más oviedista que nunca en los peores momentos, y surgir en mi un sentimiento oviedista diferente al de antes, mucho más fuerte y sólido, eso iba a convertirse con el paso del tiempo en algo que te echaran en cara e incluso sirviese para que te discriminaran y te traten casi como una apestada. Critican que haya oviedistas orgullosos de haber visto jugar a su equipo en campos de barro, de no agachar la cabeza cuando visitábamos un barrio de Oviedo donde jugábamos, no se molestan en entender que de lo que verdaderamente estamos orgullosos es de no haberlo abandonado a pesar de todo aquello.
Es por eso que ahora, con Carso pilotando un nuevo barco más lujoso y con más prestaciones, siento que debo agradecer eternamente a los que pilotaban aquel otro que zozobraba a la deriva, siendo apuntado por montones de cañones dirigidos hacia él que deseaban hundirlo para siempre, Ayuntamiento, Principado, Federación de fútbol, ex jugadores, empresarios, periodistas, abogados, disparaban diariamente hacia nosotros haciéndonos todo el daño que podían, mientras la mayoría de los que parecían con posibilidades de dirigir el club y de jugar en el campo abandonaban como ratas dejándonos a nuestra suerte. Manuel Lafuente y Diego Cervero dieron un paso al frente, sin ellos el resto que luego se fue sumando seguramente hubieran salido por patas. Qué importante también es el papel del fiel amigo, que importante también es tener a alguien que te va a apoyar incondicionalmente y te sujeta cuando te caes, vivir y no conocer una amistad así es vivir para nada, que suerte tener a Pedro Centeno, que suerte hemos tenido los oviedistas de que esa sincera y eterna amistad entre él y Manolo existiese.
Este hombre pequeño de tamaño, pero enorme de corazón, consiguió apuntalar aquella nave porque se sintió incapaz de defraudar a todos los oviedistas que le pedíamos un último esfuerzo, veía en nuestras caras tantas ganas de luchar que no pudo abandonarnos a nuestra suerte, y aquellas bombas que nos lanzaban nos dieron, lejos de lo que pretendían, mas motivos si cabe para luchar con más fuerza. Manuel Lafuente no tripulaba el barco solo, lo hacía con un enorme ejército de corazones azules dispuestos a” morir” en la batalla dando lo mejor de si mismos, un ejército al que se sumaban cada día más soldados respondiendo con rabia a aquella injusticia. Y Diego Cervero jugaba por todos nosotros, los que nunca pudimos ser jugadores de fútbol veíamos en él nuestra prolongación en el campo, no nos hacía falta vestirnos de corto, él lo hacía por todos nosotros
Quien nos iba a decir que con el paso de los años, cuando el barco parecía estar en puerto seguro, Manolo iba a ser condenado por un juez a pagar con sus bienes por no haberlo llevado al naufragio, quien nos iba a decir que aquel valiente y fiel tripulante de la nave iba a ser condenado por haber salvado al REAL OVIEDO.Es por eso que pedir ahora que los nuevos dirigentes ayuden a que salga de esta triste situación no es pedir un favor personal para alguien, es hacer justicia con quien salvó al REAL OVIEDO de morir, así de simple.
Me sangran los ojos y los oídos me estallan cuando veo a expresidentes como Juan Mesa alardear de haber estado en aquel barco cuando él fue uno de los que lanzaba bombas al otro lado, y estuvo a punto de tirar por tierra todos los frutos que conseguimos con nuestro esfuerzo solo dos años después. Ahora le veo en el palco, porque es ahí donde más satisfecho se le ve, sacando pecho, presumiendo de no se qué, y se me hace un nudo en el estómago pensar que el club cobija a este personaje y mira hacia otro lado ante la situación de Manolo y de los consejeros que dieron la cara con él. Y no sólo Mesa, políticos del PP que apoyaron al ACF y veteranos del Real Oviedo que apoyaron al engendro del ex alcalde.
Y quien me iba a decir también, que un día iba a llorar de rabia en mi propio campo escuchando a oviedistas insultar a Diego desde la grada, sin entender esa falta de memoria, sin entender esa injusticia tan vergonzosa de insultar a quien se dejó toda su alma en el campo para que los demás pudiésemos seguir celebrando victorias.
Dicen que un club es grande de verdad cuando es agradecido con sus símbolos, yo sueño con que no se pite ni se insulte a Diego Cervero, que triste tener que pedir esto, y que el club le devuelva a Manolo en ayuda todo lo que el club recibió de él cuando más se necesitaba y todos abandonaban. No es mucho pedir, no podemos olvidarnos de quienes nos han proporcionado un mañana, no podemos olvidarnos de quienes han hecho posible que nuestros hijos y nuestros nietos sigan transmitiendo este sentimiento de generación en generación, porque si lo hacemos todo el esfuerzo de Manolo, la entrega de Diego Cervero, y la lucha de todos los oviedistas en aquel momento no habrá merecido la pena. El dinero no lo es todo, volver a competir en primera no debería convertirse en la única meta de cualquier oviedista, si olvidamos a los nuestros, si olvidamos quienes somos y de donde venimos, nada habrá merecido la pena y sobre todo, nada habremos aprendido.
Carso es el bendito presente,disfrutemos, pero parémonos un rato a pensar también que antes de acusar a otros oviedistas y de insultarles por tener memoria, tal vez debiéramos pensar que sin ella no estaríamos aquí.

Firmado: una tercerizada

ASOCIACIÓN DE VETERANOS. NI UN SEGUNDO MÁS EN EL REAL OVIEDO.

Para los despistados de última hora, y también para refrescar la memoria de esos que han olvidado con suma facilidad, voy a resumir con l...